10/02/2011
COMPETIRÁ EN GARMISCH-PARTENKIRCHEN SIN APENAS HABER ENTRENADO EN LA NIEVE
En 1988 unos jamaicanos que competían en su país en carrera de trineos sobre tierra se atrevieron a participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary. El equipo caribeño fue la gran atracción en la modalidad de bobsleigh, y gracias a su participación plantaron la semilla de los deportes de invierno en la cálida Jamaica. Su historia inspiró la popular película 'Cool runnings' (titulada en España 'Elegidos para el triunfo').
El primer equipo nacional de bobsleigh de Jamaica, formado por el teniente Devon Harris, el capitán Dudley Stokes, el soldado Michael White y el ingeniero Samuel Clayton, no tuvo mucha suerte en los Juegos de Calgary. Se estrellaron durante la carrera pero salieron por su propio pie del trineo y cruzaron la línea de meta caminando bajo los aplausos y el reconocimiento del público.
"Sólo espero que cuando millones de personas vean bajar a un haitiano por la pista, se acuerden de lo mal que está mi país"
Algo así quiere conseguir Jean-Pierre Roy, conocido como Rasta Piquett, un haitiano afincado en París, que ha decidido participar en los Mundiales de esquí alpino de Garmisch-Partenkirchen para dar a conocer al mundo los problemas que sigue teniendo su país tras el devastador terremoto que sufrió en 2010.
Rasta Piquett no espera brillar en las pruebas de Eslalon y Gigante a las que se ha inscrito pero sí que el mundo se fije en Haití. "Sólo espero que cuando millones de personas vean bajar a un haitiano por la pista, se acuerden de lo mal que está mi país", aseguró a su llegada a Garmisch-Partenkirchen.
"Habré podido entrenar 20 horas cuando mis competidores llevan 20 años entrenando"
Jean-Pierre Roy no sólo se convertirá el próximo 17 de febrero en el primer haitiano en participar en unos Mundiales de esquí alpino sino que también es el presidente de la Federación haitiana de esquí, organismo que creó especialmente para la ocasión.
Rasta Piquett tiene 47 años, trabaja en una empresa de informática en las afueras de París y su preparación para los Mundiales ha sido surrealista tras lograr los puntos justos para poder clasificarse para el Mundial. Sus entrenamientos han consistido básicamente en ejercicios físicos sobre un simulador de esquí. "Habré podido entrenar 20 horas antes de las carreras y mis competidores llevan 20 años entrenando", confiesa en L'Equipe. Por lo menos Jean-Pierre Roy ha conseguido que Rossignol le cediera unos esquís de competición ya que se ha sufragado de su bolsillo todos los gastos para poder competir en Garmisch-Partenkirchen.